Catherine Salamanca

La adultez implica hacerse cargo de muchos aspectos, responsabilizarse de su propia existencia y esto puede tener de suyo ciertas dificultades, incluyendo presiones externas e internas que pueden desatar diversos síntomas, como angustia, miedo, intranquilidad generalizada, dificultad en poner límites, no sentirse realizado con incertidumbre al futuro. Al tener tantas demandas se dificulta poder sortearlas y transitarlas con tranquilidad, generando desconexión con la vida y las personas que le rodean. También aparecen síntomas como la depresión, soledad, dificultades en mantener una relación estable de pareja, o vicisitudes con la sexualidad.

Es una etapa en la que se puede sentir mucho dolor, que necesita autoconocimiento, dado que diversas experiencias en la vida pueden llevar a que la “autoestima” y la autopercepción se vean afectadas, también el pasar por ciertos traumas o duelos no resueltos hacen que la vida pese y sea complicada de afrontar. Algunas veces, aunque la mayoría de aspectos en la vida marchen bien, puede aparecer una sensación de vacío constante, que puede tener salidas con la adicción, ya sea a sustancias o al trabajo, imposibilitando poner límites.
La relación con el cuerpo puede también manifestarse con hipocondría o algunas otras enfermedades físicas.

En algunos sujetos, el embarazo y el post-parto pueden desencadenar síntomas que son complicados de afrontar.

En consulta revisaremos e identificaremos cuáles de estos síntomas está afectando al sujeto y por medio de la escucha atenta y la palabra, lograremos que la vida pueda ser más liviana y permita tener una satisfacción plena, afrontando lo que sucede. Revisaremos también si existen algunos sueños que nos orienten en el proceso y aspectos que no han podido ser resueltos anteriormente, con el ánimo a lograr un mayor autoconocimiento y herramientas que permitan conocerse y afrontar lo que está sucediendo en harás de un mayor bienestar del sujeto.

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